18.6.19

República bananera 2.0 - el camino de Honduras hacia una crisis política y humanitaria.


Por Kirstin Büttner y Daniela Dreissig en iz3w N° 373
Traducción: Daniela Dreissig

Cuando el entonces presidente de Honduras Manuel Zelaya, intentó implementar una consulta popular el 28 de junio de 2009 para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, la élite conservadora con la ayuda de los militares realizaron un golpe de Estado. Diez años después el país sigue en una profunda crisis. La pobreza, la violencia y la corrupción dominan la vida cotidiana. ¿Cómo reaccionó la población?

 Protestas postelectorales en Tegucigalpa diciembre 2017, Foto: Luis Méndez


17.6.19

#A10AÑOSDELGOLPEENHONDURAS

Diez años después del golpe de estado militar y bajo la observación tácita de la comunidad internacional, Honduras se encuentra en una crisis política, económica y humanitaria. En busca de trabajo y seguridad, miles de hondureñxs huyen en caravanas hacia los Estados Unidos.

Activistas de movimientos sociales, comunicadorxs críticxs y abogadxs son perseguidos, arrestadxs, criminalizadxs y asesinadxs.

Hemos reunido declaraciones de representantes de varios movimientos y organizaciones. Muestran una pequeña parte de la realidad hondureña desde el golpe de estado y sobre todo, desde la perspectiva de la resistencia!
https://bit.ly/2x1iPt 













































 
 
 

13.6.19

Petición: Libertad para los presos politicos en Honduras!




Desde 16 meses Edwin Espinal y Rául Alvarez estan presos en centro de detención de alta seguridad en Honduras. Se teme que el juicio en contra de ellos sea un “show”. Sus derechos son vulnerados y su salud está en peligro. Apoya nuestra demanda:
¡Liberación inmediata de Edwin y Raúl!
¡No más criminalización de la protesta social en Honduras!
Firme la petición urgente al fiscal general Chinchilla y al presidente de la Corte Suprema Argueta.

Petición

"Los niños realizan ejercicios militares"

Entrevista con José Guadalupe Ruelas, director de la organización no-gubernamental Casa Alianza.

  por Thomas Raabe en Lateinamerika Nachrichten Nr. 540
Traducción: Daniela Dreissig 

Hace diez años, en la mañana del 28 de junio de 2009, militares irrumpieron en la casa del entonces presidente Manuel Zelaya y lo sacaron del país desde la Base de la Fuerza Aérea Soto Cano (bajo control de los EEUU). Con la ayuda de los militares y la "luz verde" de Washington, el golpe de las fuerzas conservadoras logró hundir a Honduras en una crisis que continúa hasta hoy. La revista Lateinamerika Nachrichten conversó con José Guadalupe Ruelas, director de la organización por los derechos del niño Casa Alianza, sobre las consecuencias del cambio de sistema para niños y adolescentes.

 

Calles militarizadas después del fraude electoral en 2017 Foto: Radio Progreso


¿Cómo ha cambiado la situación desde el golpe hace diez años?
Al golpe de Estado siguió entre otras cosas la militarización, la opresión de la población y el empeoramiento de problemas ya existentes, como la pobreza, la desigualdad y una alta deuda externa. Hoy Honduras es uno de los países más pobres de América Latina, se ha ido agudizando la pobreza y la desigualdad. Miles de personas están migrando en caravanas hacia los Estados Unidos porque no pueden encontrar una manera tranquila con la oportunidad de construir su presente y su futuro a nivel económico e incluso asegurando su sobrevivencia en Honduras.
El Estado ha descuidado sus funciones sociales y económicas. Observando niños y adolescentes, la Universidad Pedagógica Nacional de Honduras calcula que más de 800.000 niños y niñas están fuera del sistema escolar por falta de cobertura. Según las estimaciones del Ministerio de Trabajo, alrededor de 475.000 niños y niñas son explotados económicamente cada día. A nivel social 25 de cada 100 niñas y adolescentes en el país están embarazadas, según datos de la encuesta nacional de demografía y salud de la secretaría de salud. Según un estudio realizado por Save the Children Honduras es el país más violento para niños y adolescentes, matando a más de 30 niños por cada 100.000 personas.