Desde el 30 de noviembre de 2017 hasta el 27 de enero de 2018 la población de Ocotepeque expresó su descontento sobre el fraude electoral y la toma de posesión de Juan Orlando Hernández en la presidencia, activando tomas de carreteras durante 25 días.
La ciudad de Ocotepeque con aproximadamente 12.000 habitantes está
situada en el sur occidental de Honduras, en la región donde se
encuentra la triple frontera de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Una de las carreteras principales (CA-4) para el transporte de bienes
hacia a El Salvador y Guatemala atraviesa la ciudad. Durante 25 días
esta ruta fue parcialmente bloqueada, la mayoría de los bloqueos
fueron pacíficos; menos los días 26 y 27 de enero de 2018. Para el
día de la toma de posesión de Juan Orlando Hernández el 27 de
enero, fueron anunciadas protestas y bloqueos de carretera a nivel
nacional.
El Gobierno desplegó estos días un fuerte dispositivo policial,
ejército y Policía Militar. Solo en Ocotepeque durante esos dos
días estaban estacionados cerca de 300 elementos de unidades
diferentes del ejército y de la policía.
¿Qué sucedió exactamente el 27 de enero? "Como en las
tomas anteriores los organizadores habían acordado con la policía
local suspender el bloqueo a las 5:30 PM y despejar la calle ellos
mismos, incluso se tomó sólo un carril para facilitar la
circulación de carritos.” dice Enrique Gamoneda, un comunicador
social local. El continúa, "Sin embargo antes de llegar a la
hora acordada fue la Policía y el ejército quienes desalojaron
salvajemente a las personas que se encontraban en la toma de
carretera y persiguieron a la gente hasta sus casas.”
Muchos habitantes abrieron sus hogares para proteger a los
manifestantes. Había familias, personas mayores que no participaron
en las tomas, pero querían hacer algo en contra de la injusticiaque
se estaba viviendo. Casas en las que los manifestantes habían huido
fueron rodeados por los militares y apedreadas. El ejército golpeó
arbitrariamente a las personas y disparó en múltiples ocasiones con
bala viva. Elementos de varias unidades de las fuerzas armadas
dañaron autos intencionadamente, cubriendo la ciudad con gas de las
bombas lacrimógenas, incluso arrojándolas dentro de las casas. Los
militares sembraron terror y miedo entre los residentes de
Ocotepeque, entraron forzosamente a casas particulares y sacaron a
algunas personas, arbitrariamente se produjeron 14 detenciones el día
27 de enero.
Uno de ellos fue Enrique Gamoneda. Él trabaja durante años como
comunicador social, entre otras cosas investiga y publica los casos
de corrupción del gobernante Partido Nacional. “Yo estaba allí
grabando con mi cámara y con mi celular... y de repente tenía de 8
a 10 elementos de la Policía y de la Policía Militar alrededor,
que sin preguntarme, sin que yo les dijera algo, me empezaron a
golpear,... me quitaron mi cámara, mi celular.”, cuenta Gamoneda.
El fue detenido por la policía y llevado a la posta policial, allí
soportó terribles horas de temor por su vida. "Uno de la
Policía Militar agarró mi bufanda y trató de ahorcarme, me
golpearon salvajemente. Eso me daba miedo de no sobrevivir esa
noche".
Organizaciones de derechos humanos de todo
Honduras llamaron a la posta policial y varios abogados de Ocotepeque
llegaron a la posta policial y así lograron que Enrique Gamoneda y
los otros detenidos de los días 26 y 27 de enero, fueran liberados.
Periodistas y comunicadores sociales sufren desde el golpe de
Estado en 2009 amenazas, intimidaciones y asesinatos. Según el 2º
informe de la organización de derechos humanos COFADEH solo
durante el período del 30 de noviembre al 31 de diciembre del año
pasado 12 periodistas fueron atacados violentamente en el transcurso
de las protestas después de las elecciones. Además hubo tres
ataques violentos en contra de radios independientes y comunitarias
que cubrían las protestas.