3.3.19

Comunicado del Bloque Latinoamericano a tres años del asesinato de Berta Cáceres


Berlín, 03 de marzo de 2019

Compañeras y compañeros,
Berta Cáceres se suma a la extensa lista de dirigentes asesinades en los últimos años; lista que ha ido en enorme aumento en toda la región latinoamericana.
Berta murió por luchar en contra del modelo extractivista neoliberal, el cual no sólo arrasa con ecosistemas completos, sino que significa una amenaza de vida para las comunidades lencas en Honduras y El Salvador. Desde el golpe de Estado del 2009 donde los gobiernos dictatoriales de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, apoyado por empresas transnacionales, inversionistas europeos y el Banco Mundial, han intensificado la entrega de concesiones para la generación de proyectos hidroeléctricos, significando el desplazamiento de comunidades y la privatización de tierras comunales. Al igual que en el resto de la región, el Estado y el capital han acribillado a quienes como Berta han luchado por la defensa de los pueblos y el territorio.



Berta Cáceres no ha sido la única víctima del extractivismo. Desde el 2010, 120 activistas hondureños han sido asesinados por oponerse a proyectos extractivistas. Entre ellos se encuentran también el dirigente Tomás García, asesinado por militares hondureños en 2013 mientras realizaba una protesta pacífica en contra del proyecto hidroeléctrico Aguazarca. Esto también se repite sistemáticamente en otros países latinoamericanos. Sólo en Colombia la cifra de dirigentes asesinades desde el año 2016 supera a los 450. De esos, un 97% de los casos no ha habido inculpados. En lo que va del año ya se han cobrado la vida de más de 20 dirigentes.
A estos casos se suma la figura de Marielle Franco en Brasil, asesinada por defender los derechos de las mujeres negras y de los LGBTs. O los casos de Alejandro Castro y Macarena Valdés, activistas ambientalistas chilenes encontrados muertos por luchar contra el capital extractivista. O los casos de Camilo Catrillanca y Santiago Maldonado, asesinados por defender la autodeterminación del pueblo mapuche. Todos crímenes impunes cometidos por el Estado y financiados por el capital privado. Y es que eso debe quedar claro: sea por omisión o por acción, los Estados Latinoamericanos son cómplices de estas muertes. Que se sepa que por sus manos corre la sangre de nuestras dirigentes.
Es por esto que invitamos a todos los colectivos y organizaciones para unirnos en una marcha continental europea hacia la Corte Penal Internacional en la Haya que concluirá el 5 de abril, con el objetivo de exigirle al gobierno colombiano y a los estados asesinos que reconozcan sus crímenes de lesa humanidad, conectados al genocidio a través del exterminio sistemático de activistas y líderes sociales.
De manera particular, buscamos con ello expresar nuestro más profundo rechazo al presidente colombiano Iván Duque, quien, siguiendo las mismas políticas de sus predecesores Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, ha invisibilizado los asesinatos diarios de nuestras hermanas y hermanos en Colombia. Colectivos y activistas de toda Europa se están sumando a esta gran marcha el 5 de abril. En alianza con compañeras y compañeros de Holanda queremos impulsar nuestra participación desde Berlín y exigir el proceso de paz que la región de una vez por todas merece.

Berta murió, pero volverá y será millones, al igual que todes y cada une de les dirigentes y activistas asesinades en Honduras, Guatemala, El Salvador, Colombia, Brasil, México, Wallmapu, Chile y el mundo. Volverán para vivir en nuestras luchas y nuestros corazones. Desde acá, Berlín, el Bloque Latinoamericano los recuerda y reivindica.

¡Berta vive, la lucha sigue!
Bloque Latinoamericano Berlín