La digna resistencia de Pajuiles triunfó sobre la hidroeléctrica HIDROCEP
14 de agosto 2018
Comunidades del sector Pajuiles Fuente: MADJ |
Lo
solicitado desde hace más de dos años por la población de Pajuiles ha
sido ratificado y reconocido a través de la sentencia dictada por el
Juzgado de lo Contencioso Administrativo de San Pedro Sula y la
municipalidad de Tela, la empresa Hidroeléctrica Centrales El Progreso
debe PARAR la destrucción del rio Mezapa y la cordillera Nombre de Dios.
Más
de 11 denuncias sin respuestas que fueron interpuestas por parte de las
comunidades por las violaciones a los derechos humanos y delitos
ambientales que la empresa cometió durante este tiempo no fueron
obstáculo ni desmotivación para la lucha digna de la ciudadanía de
Pajuiles organizada en el Movimiento Amplio por la Dignidad Justicia y
hoy la resistencia pacífica ha dado sus frutos, gracias a la presión
popular instalada en las afueras de la comuna de Tela, la corporación
municipal resolvió notificar a todas las partes interesadas que las
obras de destrucción que ejecuta la empresa HIDROCEP en la cordillera
Nombre de Dios y el cauce del río Mezapa deben PARAR en las próximas horas y el ministerio público será el garante de que esto se cumpla.
Previo
a esta victoria, Pajuiles fue víctima de múltiples ataques y soportó la
criminalización de 25 personas de la comunidad, la destrucción en tres
ocasiones de sus campamentos dignos, dos de ellas en presencia de la
policía nacional, más de 500 días de campamentos comunitarios y siete
días de campamento en las afueras del edificio municipal. Hoy en el
séptimo día de lucha en las afueras de la municipalidad la victoria
llegó.
La
jornada del día inició con la misa popular impartida por el padre
Marcos Ayala. Mientras tanto, la sesión de corporación municipal se
llevaba a cabo dentro del edificio municipal y parte del equipo legal
del MADJ con una amplia explicación de lo que implica la sentencia y sus
consecuencias al no acatarlo, dejó claro nuevamente a los y las
regidoras de Tela la urgencia y obligación de hacer parar la destrucción
ambiental provocada por HIDROCEP, todo esto ocurría mientras afuera la
población afectada por la contaminación del río esperaba por la
respuesta que diera la razón a dos años de lucha.
Cerca
de las cinco de la tarde la respuesta se hizo pública, la corporación
en pleno manifestó la decisión de parar de inmediato la destrucción en
Pajuiles, fallo que aún no se consuma en su totalidad, debido a que
ahora falta que se suspenda de manera permanente el desastre que ha
ocasionado en la cordillera y posteriormente la expulsión de la empresa
de la zona, y que, sumado a eso se reparen los daños y las afectaciones
al ambiente y las comunidades.
La
lucha digna de Pajuiles desde hace 2 años ya había sido reconocida por
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en febrero de 2018
cuando debido a las afectaciones a la salud de la población consumidora
de las aguas del río Mezapa esta dictó medidas cautelares, entre las
cuales la población beneficiaria propuso como medida principal la
cancelación del proyecto Los Planes, posteriormente fue reconocida
también por la justicia hondureña a través de la sentencia en el amparo
interpuesto y este día, producto único y exclusivo de la presión
ciudadana, de la exigencia contundente de la población organizada, la
corporación municipal ha asumido su obligación de parar los desastres
provocados por la empresa HIDROCEP, ratificando que durante 2 años la
población de Pajuiles ha dado cátedra de dignidad a través de su
decidida lucha.
Desde el Movimiento Amplio, a la medida de nuestra dignidad, haremos lo imposible porque HIDROCEP deje de destruir la Cordillera Nombre de Dios y el río Mezapa, porque
la soberanía popular y la participación comunitaria como derechos
legítimos dejen de ser violentados a las comunidades de Pajuiles.
Haremos
lo imposible porque cada actor local asuma su papel desde la
coherencia, desde el compromiso contundente con los intereses del pueblo
y posteriormente, también haremos lo imposible porque se castigue a
todos los funcionarios y funcionarias que por acción u omisión
colaboraron para que HIDROCEP atropeyara una y otra vez a las
comunidades del Sector Pajuiles, facilitaron la destrucción continuada
de la fuente de agua más importante y que, desde el servilismo y la
inoperancia, permitieron el impacto mayor y difícil de reparar, que es
la alteración de la vida pacífica de las comunidades del sector por la
avaricia del capital extractivo.
Pero
también y sobre todo, desde la medida de nuestra dignidad, haremos lo
imposible por continuar poniendo en alto la hermosa resistencia de
Pajuiles, la verdad una vez más probada de que solo la organización
comunitaria real permitirá que veamos concretadas nuestras exigencias y
las condiciones de vida que anhelamos en este paisito nuestro.
Hoy
Pajuiles nos ha devuelto a la terquedad y la esperanza de que
seguiremos luchando hasta que la dignidad se haga costumbre.
¡SÍ SE
PUDO!