de
Johannes Schwäbl y Andrés Schmidt publicado en ILA, Febrero 2016, Edición 402
La comunicación es un arma para la
educación y capacitación. Nos da el espacio para crear cosas adecuadas a
nuestra propia realidad. Las radios comunitarias por ejemplo, para nosotros son
esenciales, porque en nuestra región, muchos no saben leer ni escribir. Por
eso, reforzamos este proceso que es esencial para el proceso político
organizativo del COPINH. Berta
Cáceres
Fuente: HondurasDelegation |
„Sembrando rebeldía, cosechando la voz del Pueblo!“ - Bajo
este lema, Radio Guarajambala emite diariamente entre las 5 a.m. hasta las 10 p.m.
desde la ciudad de La Esperanza en los Altos de Honduras. Radio Guarajambala es
la mas vieja entre las cuatro radios comunitarias de la organización COPINH
(Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) y fue
fundada en el año 2003. Diariamente presenta reportajes políticos, culturales,
noticias nacionales e internacionales y programas de música.
Mientras
la radio como medio de comunicación en muchas regiones del mundo ha perdido
importancia en favor de la televisión e Internet, en Honduras las radios
comunitarias se encuentran cada vez mas en auge. En las regiones rurales no
llega la prensa escrita. Allí, en las cocinas y los campos, la radio es la
fuente de información principal.
Después
del golpe cívico-militar en el año 2009, el resurgimiento de medios
comunitarios era una de las tareas mas agudas para romper el „cerco mediático“
que los golpistas, habían puesto alrededor de las actividades de la
resistencia.
Para
crear una emisora a nivel local, solo se necesita una pequeña inversión
financiera y unxs pocxs activistas motivadxs. La radio local sirve en varios
sentidos para la cohesión de la
comunidad. A través de emitir un programa diario de entretenimiento, lxs
activistas ganan en autoestima y aumentan su identidad cultural. Intercambiando
experiencias y programas con otras emisoras, se desarrolla un espacio cultural
independiente de los medios comerciales. La radio también puede servir para la
educación política de la población, para la investigación sobre la propia
historia o para reportar sobre acontecimientos locales que sin este medio no
estarían cubiertos por nadie. Y finalmente la radio es un medio de
movilización; por ejemplo cuando se entrevista por teléfono celular
directamente a personas durante una manifestación.
La
mayor parte de los medios de comunicación
en Honduras, esta en manos de las élites financieras del país. „Las familias
Rosenthal, Ferrari, Canahuati, Flores y Nasser están involucradas en casi todas
las empresas del país. Su influencia es tan grande, que no solamente financian
la política y los partidos, sino también, a través de sus inversiones en radio,
televisión y prensa, influencian fuertemente en los resultados de procesos
electorales“, dijo el periodista Manuel Torres Calderón en el año 2008. Sobre
las condiciones de vida de la población marginalizada de Honduras, en estos
medios se habla poco. Los pueblos indígenas se presenta de manera folclórica.
Domina una mezcla entre entretenimiento ligero, periodismo sensacionalista y
propaganda del gobierno. Cuando se trata de realizar mega-proyectos como de
presas hidroeléctricas, minería o turismo, se montan campañas mediáticas para
prevenir que la población se oponga. Se alaba las supuestas ventajas de los
proyectos y se difama los opositores como enemigos del progreso. Las pocas
emisoras comerciales que critican el gobierno, como „Radio Globo“ o „Globo TV“,
se encuentran bajo presión. En mayo 2016, la autoridad estatal de
telecomunicaciones CONATEL prohibió temporalmente la emisión de Globo TV.
Para
enfrentar esta marginalizacion mediática, las organizaciones sociales han
levantado múltiples medios propios. Especialmente las organizaciones OFRANEH
(Organización Fraternal Negra de Honduras) y COPINH lograron grandes avances en
este campo en los últimos años.
OFRANEH
apoyaba a la fundación de la primera radio comunitaria en Honduras, „Radio
Faluma Bimetu“ („Coco dulce“) en la comunidad caribeña de Triunfo de la Cruz.
Este año celebrará su 20 aniversario. Desde entonces, OFRANEH ha apoyado la
construcción de otras seis emisoras en varias comunidades de la costa norte.
„La
divulgación del conocimiento tradicional, entre los garífunas lo hacemos de la
manera oral. Así las radios se han desarrollado como un instrumento de fomento
de la cultura y de análisis político. Para el actual gobierno, que vela por la
venta de nuestros territorios, la red de radios comunitarias es un obstáculo
para sus proyectos y para la venta de nuestros bienes comunes“, se dice en una
declaración de la red de radios garífunas, „Hamalali Garinagu“.
Las
radios de OFRANEH, COPINH y de otras organizaciones de base están organizadas
en la „Red Mesoamericana de Radios Comunitarias Indígenas, Garifunas y
Feministas“. Esta red unifica radios que provienen de los diferentes
movimientos sociales. En Honduras, la red cuenta actualmente con 14 emisoras de
las organizaciones OFRANEH, COPINH, COPA, ADEPZA y la Red de Defensoras de DDHH
de Honduras. Los enfoques de trabajo de la red son: Apoyo a los procesos de
organización de las radios y de la Red, apoyo a la participación de mujeres en
las radios, capacitación de corresponsales y tecnicxs de radio, y el
levantamiento de nuevas estaciones de radio.
Un
papel importante para las emisoras locales juega „Radio Progreso“. La emisora
es un proyecto de la misión jesuita en la ciudad de El Progreso que tiene una
trayectoria de 60 años y cubre con su señal una gran parte del país. Gracias a
la calidad de sus análisis mantiene una posición clave en el movimiento
democrático del país. Radio Progreso cuenta con una amplia red de
corresponsales de las organizaciones sociales, de los cuales muchos son
activistas en las radios comunitarias.
El movimiento de radios
comunitarias sigue muy dinámico. Comunidades rurales, indígenas,
marginalizadas, como es la comunidad tolupán de San Francisco de Locomapa, se apoderan del medio por su
sencillez de instalación y operación. Actualmente en la punta de la colina en
el centro de la comunidad, solo se ve un pasto seco. Pero mientras nos
posicionamos junto a lxs 15 activistas de radio para tomar una foto de recuerdo,
nos cuentan el plan para un futuro cercano: - la señal de la primera radio del
pueblo Locomapa va a salir desde aquí hasta los valles y las colimas en los
alrededores. Las comunidades, que desde décadas son victimas de la
discriminación y del saqueo de sus recursos naturales, por primera vez tendrían
un medio propio. Un instrumento importante para la recuperación de su identidad
y para la defensa contra la tala de arboles y minería que se hace de manera
ilegal en sus territorios.
Cuando en Honduras se funda una
radio comunitaria, los iniciadores en su mayoría son jóvenes. En Locomapa
hablamos con Deylis, que a sus 18 años tiene ya varias experiencias trabajando
en periodismo. Ha participado en talleres de capacitación y fue elegida por la
emisora Radio Progreso como corresponsal para la región indígena tolupán.
Una
licencia oficial, lxs activistas no piensan solicitar. La mayoría de las radios
comunitarias de Honduras emiten sin licencia. Organizaciones indígenas como
OFRANEH o COPINH reclaman su derecho a mantener sus propios medios de
comunicación, que esta garantizado por el convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo, sobre derechos indígenas, y a su derecho básico de
información y libre expresión. En este marco, se define el espacio radial en si
como parte del territorio y el ejercicio de la libertad de información y
expresión como un acto en la defensa del territorio.
En el año 2013 la autoridad
nacional de telecomunicaciones CONATEL, dió un cambió fruto a la presión
internacional sobre los reglamentos técnicos para el espacio radial. Por
primera vez, se introdujo la figura jurídica de la radio comunitaria. A través
de sistematizar las frecuencias FM, se
ofrecieron 60 frecuencias nuevas. Aparte de diez excepciones, estas frecuencias
no se otorgaron a radios comunitarias, sino a personas privadas, grupos
religiosos y estatales.
Desde
un principio, la mayor parte de radios comunitarias hondureñas rechazaron los
reglamentos porque no se había consultado las radios anteriormente. Según ellos,
la pretendida democratización del espacio radial no se percibia en ningún lado.
Muchas organizaciones temen que los nuevos reglamentos servirán para controlar
mas las radios comunitarias y para facilitar su racionalización. Así, se podría
dividir el movimiento en „buenas“ radios con licencia y „malas“ sin licencia.
En los
últimos años aumentaron los actos de represión contra las radios por parte de
CONATEL: En abril del 2015, OFRANEH
denunciaba la intimidación de miembros de las radios garífunas por CONATEL y
expreso el temor de que sus radios podían ser cerrados. También emisoras que
trabajan con licencia se ven confrontadas con obstáculos. En el año 2014,
CONATEL citaba activistas de la radio „La Voz de Puca“ a declarar por haber
criticado directamente al presidente y su esposa. A la „Radio Zacate Grande“ se
ordenó quitar los murales que decoraban su estacion de radio y a „no divulgar noticias que sean contra el
progreso“. Los rostros de Che Guevara, Lempira y Morazán, según CONATEL,
estimulaban „desorden y desestabilizador“.
Aparte de la represión por
CONATEL, hostigamientos y amenazas son parte de la vida cotidiana para lxs
activistas, que prestan su voz a los movimientos sociales y por eso muchas
veces se enfrentan con los intereses de las élites y autoridades del Estado. En el año 2016,
miembros de „Radio Dignidad“ de la organización MADJ recibieron multiples
amenazas de muerte por teléfono. COPINH y OFRANEH denunciaron de manera seguida
la observación, agresión física y detención arbitraria de sus corresponsales de
sus radios comunitarias.
A pesar de la represión,
comunidades indígenas y campesinas siguen ejerciendo su derecho a la libre
información y expresión a través de medios propios. „Vamos a extender nuestros
proyectos de radio, porque son instrumentos importantes para la información de
la población sobre las amenazas contra los cuales los garífunas tendremos que
defendernos“, explica Míriam Miranda, coordinadora de OFRANEH.