Viernes 26 de septiembre,
de 8 a 9:30 am (hora de Honduras)
4 a 5:30 pm (en Europa), en línea a través de Zoom
Según la voluntad del Gobierno y de la Corte Suprema de Honduras, deberían haber sido abolidas hace tiempo, pero siguen desarrollándose a pesar de la abolición de sus fundamentos jurídicos: las llamadas Zonas Especiales de Empleo y Desarrollo (ZEDE) son enclaves casi autónomos de inversionistas libertarios de derecha que quieren gestionar sus economías y administrarse a sí mismos con la menor intervención estatal posible y según su propio criterio. Concretamente, se trata, por un lado, de Próspera, en la isla caribeña de Roatán, financiada por la empresa estadounidense Pronomos Capital, de Patri Friedman, que a su vez cuenta con el capital inicial del multimillonario Peter Thiel. En Próspera, la primera ciudad privada del mundo, se apuesta, entre otras cosas, por las criptomonedas y los experimentos médicos prohibidos en Estados Unidos. Por otro lado, está Ciudad Morazán, en Choloma, cerca de las grandes fábricas maquiladoras del mercado mundial. El principal actor aquí es el empresario farmacéutico italiano Massimo Mazzone. Según la ley ZEDE de 2013, las ciudades privadas podían expandirse a voluntad, incluso a zonas geográficamente separadas de ellas. Próspera sigue invocando esta normativa y, a pesar de la anulación de la ley, se expande aparentemente sin mayoresobstáculos tanto en las Islas de la Bahía como en el territorio continental hondureño.
Las empresas operadoras de las ciudades privadas han presentado demandas por valor de miles de millones de dolares ante el Tribunal Internacional de Arbitraje del Banco Mundial en Washington contra el Estado hondureño. Para ello, se acogen a la protección de sus inversiones según en el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica (CAFTA). Solo la indemnización por daños y perjuicios que Próspera reclama a Honduras asciende a aproximadamente una cuarta parte del producto interno bruto actual, lo que supone una amenaza considerable para este país altamente endeudado. Dado que los procedimientos de arbitraje probablemente se prolongarán durante años y que, además, a finales de noviembre de este año se celebrarán elecciones presidenciales y parlamentarias en Honduras, actualmente es difícil prever la evolución futura en torno a las ZEDE.
Christopher Castillo, coordinador de la organización comunitaria y medioambiental ARCAH, es desde hace años una de las voces más conocidas de la resistencia de la sociedad civil contra las ZEDE en Honduras. Nos pone al día sobre los últimos acontecimientos, analiza las estrategias actuales del Gobierno hondureño para defenderse de las ZEDE y debate con nosotres sobre el posible futuro de las ciudades privadas impulsadas por redes globales.
Inscripciones hasta el 25 de septiembre en: honduras@oeku-buero.de
Organizadores: Oficina Ecuménica por la Paz y la Justicia, Cadeho, HondurasDelegation Alemania con el apoyo del FDCL
en la serie Perspectivas Diversas
con el apoyo de ENGAGEMENT GLOBAL con fondos del
Según la voluntad del Gobierno y de la Corte Suprema de Honduras, deberían haber sido abolidas hace tiempo, pero siguen desarrollándose a pesar de la abolición de sus fundamentos jurídicos: las llamadas Zonas Especiales de Empleo y Desarrollo (ZEDE) son enclaves casi autónomos de inversionistas libertarios de derecha que quieren gestionar sus economías y administrarse a sí mismos con la menor intervención estatal posible y según su propio criterio. Concretamente, se trata, por un lado, de Próspera, en la isla caribeña de Roatán, financiada por la empresa estadounidense Pronomos Capital, de Patri Friedman, que a su vez cuenta con el capital inicial del multimillonario Peter Thiel. En Próspera, la primera ciudad privada del mundo, se apuesta, entre otras cosas, por las criptomonedas y los experimentos médicos prohibidos en Estados Unidos. Por otro lado, está Ciudad Morazán, en Choloma, cerca de las grandes fábricas maquiladoras del mercado mundial. El principal actor aquí es el empresario farmacéutico italiano Massimo Mazzone. Según la ley ZEDE de 2013, las ciudades privadas podían expandirse a voluntad, incluso a zonas geográficamente separadas de ellas. Próspera sigue invocando esta normativa y, a pesar de la anulación de la ley, se expande aparentemente sin mayoresobstáculos tanto en las Islas de la Bahía como en el territorio continental hondureño.
Las empresas operadoras de las ciudades privadas han presentado demandas por valor de miles de millones de dolares ante el Tribunal Internacional de Arbitraje del Banco Mundial en Washington contra el Estado hondureño. Para ello, se acogen a la protección de sus inversiones según en el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica (CAFTA). Solo la indemnización por daños y perjuicios que Próspera reclama a Honduras asciende a aproximadamente una cuarta parte del producto interno bruto actual, lo que supone una amenaza considerable para este país altamente endeudado. Dado que los procedimientos de arbitraje probablemente se prolongarán durante años y que, además, a finales de noviembre de este año se celebrarán elecciones presidenciales y parlamentarias en Honduras, actualmente es difícil prever la evolución futura en torno a las ZEDE.
Christopher Castillo, coordinador de la organización comunitaria y medioambiental ARCAH, es desde hace años una de las voces más conocidas de la resistencia de la sociedad civil contra las ZEDE en Honduras. Nos pone al día sobre los últimos acontecimientos, analiza las estrategias actuales del Gobierno hondureño para defenderse de las ZEDE y debate con nosotres sobre el posible futuro de las ciudades privadas impulsadas por redes globales.
Inscripciones hasta el 25 de septiembre en: honduras@oeku-buero.de
Organizadores: Oficina Ecuménica por la Paz y la Justicia, Cadeho, HondurasDelegation Alemania con el apoyo del FDCL
en la serie Perspectivas Diversas
con el apoyo de ENGAGEMENT GLOBAL con fondos del